Para mí, con James Brown nunca se trató sólo de la voz. Era todo el conjunto. Sin embargo, el impacto de su voz me dio confianza, era muy básica y no se apoyaba en una gran variedad de registros. Y luego estaba aquel grito. Era como una voz interior. Sonaba como la declaración de derechos de un hombre primitivo: “Estoy vivo y puedo hacer cosas”. Él mismo solía definir su forma de bailar como “control del nervio africano”. Algo de razón llevaba.
Escuchando sus primeras grabaciones, se ve que intentaba cantar estándares. No tenía lo que hacía falta para ese estilo. La primera vez que le escuché fue en Live at the Apollo, un álbum un poco posterior a aquella época. Yo trabajaba en una tienda de discos. Apollo contiene todavía un montón de canciones formales como Try Me o Lost Someone. Pero lo que realmente me sorprendió y marcó fue la continuidad que confería a su actuación. Hay una introducción larga y con una instrumentación increíblemente detallada. Cuando James entra, echa la canción para atrás, consiguiendo cambio de dinámica, contundente y suave a la vez. En Lost Someone hay una parte casi opiácea en la que la banda se queda repitiendo dos acordes mientras él canta “I’ll love you tomorrow” (Te amaré mañana) una y otra vez. Entonces, de repente suelta un “¡Uh!”. Te golpea y la banda responde. Nada es casual, y aún así no suena forzado ni encorsetado.
Era un líder sensacional. Aún recuerdo quedarme flipado escuchando en el coche I Can´t Stand It. Le importa una mierda el estribillo, la melodía. Apenas hay nada más que riff. Pero empuja al grupo como si marcara el ritmo de una galera romana: “rema, hijo de puta, ¡uh!”.
Siempre deja un resquicio en sus baladas para que sepas que te está hablando de algo real. Tiene una canción que no es realmente muy conocida, titulada Mama´s Dead, de Black Caesar (1973). Me deja destrozado. Al final, después de haber cantado un montón de salvajadas, dice: “Everybody got a mother, and you know what I´m talkin’ about” (Todos tenemos una madre, y sabéis de lo que estoy hablando). O el estribillo de It´s a Man´s Man´s Man´s World; un artista inferior cantaría: “It wouldn´t mean nothin´without a woman” o “without a girl” (no valdría para nada sin una mujer, o sin una chica). Pero nunca los dos. Y no se trata sólo de una letra. Está cantando sobre algo muy primitivo y esencial. Te cuenta cómo funciona la sociedad. El hombre hace esto, así es como funciona el dinero, el mundo. A lo mejor tiene que ver con que fue alguien que carecía de muchas cosas cuando empezó. Siempre me ha impresionado una parte de su autobiografía en la que cuenta cuando vivía con su padre, recogiendo la resina de los árboles. Está hablando de auténtica pobreza.
Lo más importante con lo que me quedo de él es que no puedes subir a un escenario y quedarte mirando al suelo. Ni de coña. Tiene que pasar algo. Suena como si estuviera rompiendo con todo. Una vez que has decidido ponerte delante de un público y moverte por el escenario, se liberan tantas cosas… Estás creando movimiento en una sociedad que se basa en el orden. En tu fuero interno te sientes diferente. Esa inercia te hace tomar decisiones como vocalista, decisiones que te liberan del acartonamiento.
En esas situaciones, la música tiene un poder catártico, y los tíos que la hacen, lo saben. Por eso James Brown se podía llamar a sí mismo Soul Brother Number One y nadie jamás dijo que estuviera pavoneándose injustamente autoproclámandose tal cosa.
Nacimiento 3 de mayo de 1933 (murió el 25 de diciembre de 2006).
Canciones clave 'I Got You (I Feel Good)', 'Papa's Got a Brand New Bag', 'The Payback'.
Ha influido a Michael Jackson, Sly Stone, Prince, George Clinton.
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Carlos